Gran Teatro de la Habana
Gran Teatro de la Habana García Lorca. Antiguo Gran Teatro Tacón. Actualmente es un complejo cultural compuesto por varias salas, la principal lleva el nombre del gran poeta español Federico García Lorca. Es sede del Ballet y de la Ópera Nacional de Cuba.
Su arquitecto Antonio Mayo logró dotar al edificio de los requisitos necesarios en cuanto a comodidad, capacidad, ventilación y condiciones acústicas. Levantado en un extremo de la entonces Alameda de Isabel II y a pocos metros de la puerta de Monserrate, en la Muralla de la Habana, tenía 90 palcos y 22 filas de lunetas y una capacidad mínima de dos mil asistentes, pero con posibilidad máxima de llegar hasta cinco.
La primera función de temporada ocurrió el 15 de abril de 1838 con la obra "Don Juan de Austria", actuada por el ya famoso actor cubano Francisco Covarrubias.
Entonces se puso de moda decir que ir a La Habana sin visitar el Tacón, era como estar en la ciudad italiana de Pisa y no llegarse hasta la torre inclinada.
Tal llegó a ser el lujo de Tacón que por la época se cantaban unas coplas, en las que se decía "tres cosas tiene La Habana que causan admiración: El Morro, La Cabaña y el Teatro del Tacón"
Bajo la agrupación de los gaitos fue remodelado el edificio con la imagen que hoy ostenta y rebautizado como Teatro Nacional.
Comenzaba otra etapa de gloria para el teatro, que sumaba otras personalidades a la lista de las que había subido a la escena, entre ellas la poetisa camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda a quien se coronó en una inusitada ceremonia en la noche del 27 de enero de 1860.
El más importante de sus espacios es la Sala "García Lorca", que tuvo sus primeras presentaciones en noviembre de 1837 y la inauguración oficial en abril de 1838.
Activo desde entonces, por cuyo escenario han desfilado las compañías y figuras más significativas del arte universal, como las bailarinas Anna Pavlova y Alicia Alonso, las actrices Sarah Bernhart y Eleonora Dusse, las sopranos Adelina Patti y Victoria de los Ángeles, el tenor Enrico Caruso, los "bailadores" Carmen Amaya y Antonio Gades, los músicos Arthur Rubinstein y Serguei Rachmáninov y otras muchas personalidades de alto relieve internacional de los siglos XIX y siglos XX.
Fue el primero en presentar las óperas italianas y las mejores obras españolas de la época.